miércoles, 25 de febrero de 2009

[ Ser feliz ]


¿Acaso es mucho pedir, el poder ser feliz?

Sólo estoy pidiendo algo a la normalidad, no estoy pidiendo algo tan difícil de conseguir, de conceder. Estoy pidiendo algo muy simple de realizar, sólo poder ser feliz, poder volver a sonreír de verdad, no ocultarme tras una falsa máscara, la cual hace el trabajo de transformar lo que es tristeza, en una falsa felicidad.

Me he acostumbrado a mirar el cielo, las estrellas sin niguna compañía a mi lado, mientras a mi alrededor todos la tienen. Ya no me asombro el que llegue el día de San Valentín, y que a mi lado no se encuentre nadie, y tener que ver miles de parejas diambulando por la vida, pero con alguien a su lado.

, me estoy quejando, de ésta gran soledad que me sigue desde hace mucho tiempo ya, creo merecer una explicación, merecer una recompensa por el largo tiempo que ha pasado, y ya nadie a llegado, o simplemente se ha marchado sin siquiera ser capáz de darme una oportunidad, a mí, a mis sinceros, y verdaderos sentimientos, que se encuentran prisioneros por mucho, que se encuentran sin poder ser expresados, y que ya es tanta la costumbre, que no conocen la luz, que sólo saben de la oscuridad de lo más recondito del corazón.

Quiero ser feliz, quiero volver a conocer la felicidad, pero no aquella momentanea, que se te es arrebatada en el momento más infame, cuando más te acostumbrabas a ella, y cuando menos querías que se esfumara, porque ya pensabas que sería aquella que se quedaría junto a ti, para darte todo lo que esperabas desde hacía mucho.

viernes, 20 de febrero de 2009

[ Irrealidad ]



Me gustaría crear de un libro la realidad, poder no sólo fantasear con lo que leo, sino que poder convertirlo en realidad, tan sólo para poder cambiar la rutina, para poder romper los esquemas de mi vida, provar fasetas de quien realmente no soy, pero más de una vez he querido ser, aunque sea por un día.

Vivir de una película en la cual soy la niña que sufre por amor, pero que al final siempre le tocan la mejor canción de amor, y se encuentra con quien ama, y termina estando con él. Vivir de una bella película o de un buen libro, llevarlos a mi vida, poder construir mi vivir en base a ello, a una fórmula ya provada en la fantasía, y que sólo basta probar en la realidad.

Ser ese ratoncito de laboratorio, con el cual prueban los antídotos para sanar las enfermedades, pero en éste caso, ser el ratoncito con el cual prueban los distintos dilemas de la vida, los problemas y casos con los cuales nos tenemos que enfrentar en el día a día.

Quiero ser quien pruebe todos los errores y logros en la vida, quiero ser quien al final del camino, pueda escribir cada suceso vivido en el largo caminar, ser quien dé las respuestas a todos los problemas existentes, ser quien sepa más de la vida que cualquier ser humano viviente en el planeta. Quiero ser mucho más de lo que soy hoy en día, quiero sentirme superior a lo que me encuentro siendo ahora.

Quiero probar cosas nuevas, equivocarme si es necesario, que no me agrade, pero vivirlo, para poder saborear los distintos gustos que existen en la vida, y que muchas veces no soy capaz a probar. Quiero poder ser capaz de muchas cosas, y no detenerme por miedo o verguenza.

Sería ideal, bloquear el pensar, y dejarme llevar tan sólo por el sentir, no tener que ver consecuencias, simplemente disfrutar de todo lo que el pensar no me deja hacer.

jueves, 19 de febrero de 2009

[ Once minutos ]




El Sexo ha sido utilizado como cualquier otra droga: para huir de la realidad, para olvidar los problemas, para relajarse. Y, como todas las drogas, es una práctica nociva y destructiva.

Si una persona quiere drogarse, ya sea con sexo o con cualquier otra cosa, es problema suyo; las consecuencias de sus actos serán mejores o peores de acuerdo con aquello que ella ha escogido para sí misma. Pero si hablamos de avanzar en la vida, tenemos que entender que lo que es bueno es muy diferente de lo que es mejor.

Al contrario de lo que la mayoría piensa, el sexo no puede ser practicado a cualquier hora. Hay un reloj escondido en cada uno de nosotros, y para hacer el amor las manecillas de ambas personas tienen que marcar la misma hora al mismo tiempo. Eso no sucede todos los días. Aquel que ama no depende del acto sexual para sentirse bien. Dos personas que están juntas, y que se quieren, tienen que sincronizar sus manecillas, con paciencia y perseverancia, con juegos y representaciones teatrales, hasta entender que hacer el amor es mucho más que un encuentro: es un abrazo de las partes genitales.

Todo tiene importancia. Una persona que vive intensamente su vida goza todo el tiempo y no echa de menos el sexo. Cuando practica el sexo, es por abundancia, porque el vaso de vino está tan lleno que desborda naturalmente, porque es absolutamente inevitable, porque acepta la llamada de la vida, porque en ese momento, sólo en ese momento, consigue perder el control.




Fragmento extraído del libro once minutos de Paulo Coelho... analizando cada una de las palabras, que por lo demás, es una de las tantas cosas que este libro dice, y una de las que más me gusto y por ello me quedo girando en la cabeza, y decidi escribirlo acá. Con respecto a ésto, es tan cierto, es como que las personas actualmente ven el sexo como una droga, una droga con la cual se acostumbraron a vivir, con la cual no logran hacer su vida normal, si no la poseen, una droga con la cual no pueden vivir. En cambio como se dice, las personas que se aman, saben que necesitan de ambas partes para poder disfrutar del sexo, o lo que ellos ya comienza a llamar amor, porque ya no práctican el sexo como un saciador de deseos, si no que ya práctican el amor como algo que los complemente mutuamente, como pareja.


martes, 17 de febrero de 2009

[ Ángel para un final ]

Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos, era que pasaba un ángel que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día que nos tocaba olvidar que de tal suerte yo todavía no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa, en un encuentro casual, pero la noche es traviesa cuando se teje el azar, sin querer se hace una ofrenda que pacta con el dolor, pasa un ángel, se hace leyenda y se convierte en amor.
Ahora comprendo cual era el ángel que entre nosotros pasó, era el más terrible, el implacable, el más feroz.
Ahora comprendo en total este silencio mortal, ángel que pasa besa y te abraza, ángel para un final.
Ángel para un final
Silvio Rodriguez.