jueves, 3 de septiembre de 2009

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Las palabras se habían acallado, prefería guardar silencio para poder deterneme en el llanto... ya ha pasado mucho tiempo en eso, creo que era el momento de volver a soltar las palabras, y así poder detener el llanto.

Se necesita ser valiente, o más bien tener valor en oportunidades, para poder comenzar algo nuevo y así, dejar el pasado atrás, y ya no sentir lastima por éste... ¿ De dónde podemos sacar aquel valor que necesitamos, para así poder cambiar nuestro presente, cuando nisiquiera nos atrevemos a mirar a los ojos ?.

La inseguridad me corroe... se apodera de mi... ¿ Cómo sabemos si es que se trata de inseguridad, o simplemente verguenza a enfrentarse a lo nuevo ?... ¿ Es acaso siempre lo nuevo desconocido e inseguro ?... ¿ Nos podemos sacar de la cabeza, la creencia de que todo es igual a lo anterior ?... ¿ Podemos dejar de encerrar al mismo género en uno mismo ?...

. . . estamos claros, que no todos los hombres son iguales, o por lo menos aún tengo la esperanza de que así sea, entonces podemos volver a intentarlo, entonces podemos volver a vivir algo nuevo, con la idea de que no será igual que lo anterior, no enfrentando a la relación a lo mismo que pasaste con la anterior.

Consejos simples de la vida... "aprendemos de los errores" ... pero no dice en que punto es en el aprendemos, ¿ Al primer error ?, ¿ Ó es acaso al segundo, al tercero, al cuarto... ?, ¿ Cuántas veces debemos errar para recién aprender ?.

Aprendemos cuando ya no queremos volver a sufrir por lo mismo, cuando ya nos aburrimos del mismo dolor tantas veces seguidas... pero al primer error no es cuando nos detenemos... nacimos con el placer de sentir dolor... que locura más grande, el placer al dolor... hasta los ratoncitos de laboratorio son más inteligentes que nosotros, ellos se equivocan una vez, y aprenden, les duele una vez, y se detienen para no sentirlo otra vez. En cambio nosotros, necesitamos de por lo menos errar dos veces para aprender que así no es, y cuando nos duele, no somos capaces de detenernos para evitar y parar aquel dolor, sino que continuamos con aquello que nos provoca el dolor.

Aprendemos con los errores y los dolores.